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La educación musical en la primera infancia

     Max y Mia

Max (el castor) y Mia (la hámster) proporcionan múltiples iniciativas musicales. Los planteamientos didácticos propuestos desde el primer libro, “Con la Música hacia la Vida”, hasta el último, “Max y Mia hacen Música”, se basan en un proyecto de enseñanza continuo que fomenta la instrucción musical del niño de acuerdo con su edad. En los encuentros semanales, con el apoyo de los padres, se cantan y tocan canciones europeas tradicionales y canciones infantiles nuevas, acordes con la edad de los niños, así como se crean y se declaman diferentes poemas. Cantar y declamar los poemas en grupo fomenta la capacidad de concentración infantil, la comunicación entre los padres y el niño y su capacidad de expresión lingüística. Los libros de la colección “Max y Mia” recogen los contenidos escritos y musicales en páginas ilustradas apropiadas para niños. En las horas de clase se experimentará musicalmente, relacionando ejemplos musicales de diferentes géneros (desde la música barroca, pasando por la clásica, la romántica y el jazz, hasta el pop) con actividades acordes con su edad. Los movimientos sincronizados respaldan la vivencia emocional de las estructuras musicales.

 

¿Por qué es importante iniciar a los bebés en la música ya desde su nacimiento? 

Los seis primeros años del niño son fundamentales para la formación del oído y el desarrollo de la facultad del habla. Poner en contacto al niño de múltiples maneras con la música durante esta etapa de su desarrollo ofrece oportunidades que no deberían desaprovecharse: escuchar diferentes sonidos y tonos musicales y balbucear las canciones proporcionan una interconexión más intensa de las células cerebrales. El cerebro reconoce la música como una lengua y crea las condiciones idóneas para que la música pueda reconocerse como un segundo “idioma materno”.

Objetivos principales de nuestra educación musical temprana

  • La música se convierte en un lenguaje (“Max y Mia – Con la Música hacia la Vida”)
  • La música es lenguaje (“Max y Mia experimentan la Música”)
  • La música como lenguaje (“Max y Mia hacen Música” y “Max y Mia en el Maravilloso País de la Música”)

El aprendizaje duradero funciona mejor cuando se abordan diferentes percepciones sensoriales y canales de aprendizaje. Por ese motivo, en los programas didácticos de “Max y Mia” utilizamos y estimulamos todos los sentidos:

  • Visual (imágenes, libros, colores, objetos, espacios)
  • Olfativo (aromas, como por ejemplo el limón, vainilla etc.)
  • Auditivo (escuchar música, entonar diferentes tonos y canciones)
  • Del equilibrio (ejercicios senso-motrices, descubrir libremente)
  • Percepción háptica (ejercicios moto-sensoriales, materiales, instrumentos, etc.) 

Claves del aprendizaje con “Max y Mia”

  • Enseñar y aprender música como una lengua.
  • Transferencia del método de adquisición del lenguaje en la pedagogía musical, mediante la inclusión de significantes lingüísticos (por ejemplo, do, re, mi, fa, sol).
  • Creación activa y variada de procesos de comunicación mediante la combinación de escuchar música, cantar y hablar, imitar e improvisar.
  • Estimular la capacidad de imaginar acontecimientos y estructuras musicales y poder pensarlas antes de transformarlas (mediante el canto o el juego).
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